Hay otro punto de vista que nos gustaría plantear para su debate, y lo hacemos con ánimo constructivo, no como un ataque al proyecto Bedford. Se trata del equilibrio ambiental.
Nos preocupa sinceramente el reto de conciliar la construcción masiva de un nuevo parque temático con el ecosistema local. Hay que considerar el impacto inevitable: la contaminación acústica, la contaminación lumínica, la gestión del agua y los residuos. Además, está la crucial cuestión de respetar la flora y la fauna locales, incluyendo potencialmente las especies en riesgo o en peligro de extinción en esa zona específica.
Sabemos que el Reino Unido tiene leyes ambientales y de contaminación muy estrictas (y con razón). Cumplir con estas estrictas regulaciones para garantizar el equilibrio ecológico podría generar importantes preguntas y posibles retrasos. Se trata de un obstáculo complejo que creemos que debe abordarse.